La nube nos ha traido un nuevo modelo de uso de las herramientas digitales y también de las comunicaciones. Guardar en local archivos e información es cada vez menos habitual. La posibilidad de que los integrantes de los equipos de trabajo puedan compartir materiales de forma ágil, en tiempo real y desde distinas localizaciones es un enorme avance. Sin duda, almacenar archivos en servidores y acceder a ellos a través de Internet tiene múltiples ventajas para la organización y la comunicación internas.
Hay que tener en cuenta que la nube no solo se limita a almacenamiento, aunque es el uso más extendido hoy por hoy. Hay también aplicaciones y herramientas basadas en ella y que ofrecen servicios de voz y datos que son toda una vuelta de tuerca a la comunicación corporativa en todas sus vertientes. La realidad es que las comunicaciones internas y también las externas están más integradas y permiten comunicarse con todos los públicos: desde los empleados, a los clientes, inversores o medios de comunicación.
La más importante es tener acceso a los documentos que necesitemos desde cualquier lugar y dispositivo. Pero el uso cotidiano de la nube tiene otras muchas ventajas:
La contrapartida del uso de la nube es el reto que supone a ciertos niveles:
El cambio del papel al e-mail es un hecho y ha traído múltiples ventajas. La transición a la nube es el siguiente paso en la transformación digital de las empresas.
El beneficio más importante que aporta es sin duda la flexibilidad a la hora de trabajar y de comunicarse. Permite integrar a trabajadores en distintas localizaciones en un mismo equipo. Así se pueden resolver las tareas a distancia con agilidad, fomentar el teletrabajo y aprovechar los viajes profesionales al máximo. Además, la centralización de las comunicaciones a través de la nube permite integrar los mensajes de una forma más eficaz y coherente, ya sean los dirigidos a los consumidores como a los propios trabajadores o clientes.
La agilidad y eficacia con la que nos podemos comunicar a través de la nube es enorme. Son canales multimedia que permiten gestionar la comunicación interna y externa a gran velocidad. La mensajería instantánea permite intercambios de información ricos, basados en chats pero también en intercambios de archivos de toda índole. Además, las conversaciones son fácilmente consultables en cualquier momento por los miembros del grupo, sin la exigencia de estar online cuando se produce la discusión.
La agilidad en las comunicaciones permiten la conexión continua con el entorno. Esto es muy relevante para la rápida detección de posibles crisis, facilitando una reacción a tiempo. Por otro lado, facilita las relaciones y comunicaciones de calidad con los clientes e inversores. Permite proponer presentaciones más atractivas, que fomenten la interacción y tengan formatos multimedia. En definitiva, la experiencia en torno a la marca mejora porque lo hacen las comunicaicones corporativas.
En los servicios B2C, la comunicación basada en la nube supone una mejora importante en la experiencia del consumidor. Un cliente que utiliza el smartphone para todo, recibirá de buen grado servicios en tiempo real, información, descuentos y experiencias personalizadas. Además, la innovación es constante, fomentando la interactividad y apuntando hacia la realidad virtual.
Según el estudio de Oracle «The Cloud Redefines Customer Experience», la mayor parte de las empresas consultadas, un 74%, señalaron que las comunicaciones basadas en la nube son clave para lograr los objetivos empresariales. También están de acuerdo un 65% en que la integración de las comunicaciones a través de aplicaciones en la nube serán la forma más común de interacción con los públicos internos y externos. Además, apuntan que mejorarán las ventas y en general los resultados empresariales.
Queda claro que el uso de la nube es un imprescindible para los profesionales de la comunicación y para el día a día de los clientes. Por eso, si necesitas implementar su uso para optimizar la comunicación interna y externa de tu empresa, te vendrá bien el consejo de Notorius, la agencia de comunicación corporativa en Madrid. ¿Hablamos?